El clima se está poniendo cada vez más agradable (bueno, más o menos, dependiendo de la hora) y esto significa que hay más oportunidades para jugar al aire libre. Pasar el tiempo al aire libre tiene muchos beneficios para los niños, los cuales incluyen aliviar el estrés, estimular la actividad física y mejorar la concentración.

Pero puede ser intimidante sacar a pasear a tu bebé o niño pequeño, especialmente si no eres de una familia que le gusta estar afuera o si no tienes un jardín. ¡Pero no te preocupes! No importa dónde vivas o qué tan cómodo(a) te sientas con la suciedad, hay maneras de aprovechar los beneficios que la naturaleza ofrece para tu pequeño(a). Hablamos con Allison Martin, Directora de Programas y Alianzas de Environmental Education of New Mexico (Educación Ambiental de Nuevo México), sobre algunos consejos para empezar.

La naturaleza puede estar cerca de casa
No hace falta empacar un equipo de supervivencia e ir a la montaña. Los niños pequeños se benefician igualmente de un trozo de césped del parque local que de una gran expedición de campamento. Allison dice que en una caminata de 10 minutos con tu pequeño(a), puedes señalar los diferentes tipos de plantas y animales a la vista. Incluso si viven en un centro urbano, podrían ver una ardilla o el arbusto de un vecino. Puedes hacerle preguntas a tu pequeño(a) en voz alta, incluso si él(lla) aún no entiende completamente, como por ejemplo,  "¿Me pregunto cuántos años tiene este árbol?" o “¿Me pregunto si este tipo de árbol florece?”

Bebés
Hasta los bebés más jóvenes pueden beneficiarse de exponerse al aire libre. Con los bebés, Allison recomienda enfocarse en los cinco sentidos y hablar con tu hijo(a) sobre lo que está viendo o tocando. Sentar a los bebés en la grama les permite sentir la textura de las hojas, oler el aire natural y escuchar los sonidos de los pájaros o aviones en lo alto. También intentarán explorar con su sentido del gusto, así que debes estar pendiente de las rocas pequeñas o insectos que podrían convertirse en bocadillos cuestionables.

Exponer a tu bebé a un ambiente exterior le ayuda a formar nuevas conexiones y aprender sobre el mundo. Además, salir al aire libre también beneficia a los adultos, y dar un paseo o tomar un descanso en el césped puede ayudarte a recargar tus niveles de paciencia para la próxima vez que tu niño(a) pequeño(a) se frote lo mocos en tu camisa mientras mantiene el contacto visual directo. Y hablando de niños pequeños...

Niños pequeños
Seamos realistas: no hay niño pequeño se quede quieto mientras te escucha hablar sobre el sonido de los pájaros. Los niños pequeños siempre están en marcha, y tú puedes utilizar esa energía para las actividades al aire libre. Allison dice que a los niños pequeños les encanta ayudar, e involucrarlos en tareas al aire libre es una excelente manera de modelar la responsabilidad mientras disfrutan del exterior.

¿Tienes un gallinero o ganado? ¿Un jardín? ¿Maleza creciendo por la pasarela de tu casa? Si tienes alguna tarea por hacer afuera, deja que tu niño(a) te acompañe. ¿Te ayudará de veras? Claro que no, no al principio. Pero puedes empezar dándole algo para llevar y explicando lo que estás haciendo y por qué. Con el tiempo aprenderá tus rutinas y podrá colaborar mientras aprovecha del aire libre.

Preescolares
Una vez que los niños tengan alrededor de tres años, puedes comenzar a añadir actividades más complejas mientras están al aire libre. Allison recomienda que los niños lleven un diario sobre la naturaleza, lo cual puede ser tan sencillo como dibujar una hoja o flor a su alrededor. Los niños mayores que están empezando a escribir pueden practicar anotando los nombres de las cosas que estén a la vista, o puedes ayudarlos a tomar notas sobre lo que ven, escuchan, huelen o tocan (recuerda, es mejor que no coman nada a menos que venga de tu propio huerto o jardín).

A esta edad los niños también son lo suficientemente grandes como para participar en actividades más energéticas, tales como una búsqueda del tesoro de elementos comunes que puedan encontrar a su alrededor (por ejemplo, una rama, una pluma o una roca negra). Puedes utilizar estos materiales de Bosque Bingo para conseguir inspiración. Éstos fueron desarrollados para las zonas cerca del Río Grande, pero igualmente puedes crear tu propia tarjeta de bingo o una búsqueda del tesoro para tu hijo(a) en base a los elementos que pueden encontrar a su alrededor.

Seguridad
El ambiente de Nuevo México puede ser escabroso. Asegúrate de ponerle protector solar a tu hijo(a) y usar un sombrero amplio para proteger su piel contra el sol de verano. Para niños de 12 meses en adelante, ofréceles agua para que no se deshidraten. Y si vas a hacer una caminata larga o una excursión, asegúrate de empacar refrigerios y varias capas de ropa en caso de que el clima tome un giro inesperado.

Si vas a un lugar donde no has estado antes, Allison recomienda llamar con anticipación a los guardabosques y preguntarles cómo es la zona y cómo prepararse. De esta forma, tú y tu hijo(a) se podrán divertir, y tu hijo(a) podrá desarrollar sentimientos positivos sobre la naturaleza.

¡Diviértete!
Elige actividades al aire libre que te gusten. Si odias la jardinería, no tienes que plantar con tu hijo(a). Lanzar o patear una pelota, jugar al escondite, dibujar con tiza en la acera, recolectar rocas llamativas y hacer burbujas son formas divertidas de pasar el tiempo juntos al aire libre. Y si nada de esto te gusta, puedes encontrar listas extensas de actividades al aire libre para niños aquí, aquí y aquí. No importa qué actividades elijas, tu pequeño(a) aprenderá cosas nuevas y desarrollará habilidades importantes mientras explora su mundo.