
Para preservar un idioma, enséñalo a los niños
En el aula de Head Start de Jacqueline Toledo-Magdalena, la enseñanza se imparte en el idioma del Pueblo de Jemez. Los niños aprenden mediante actividades tradicionales, como la elaboración de harina de maíz, y la observación de eventos culturales en su comunidad.
“Estamos explorando, investigando, ¿cómo creció esto? ¿Por qué creció aquello?”, dijo Jacqueline. “Así que en realidad estamos enseñando al aire libre y, sobre todo, estamos enseñando dentro de nuestra cultura”.
Jacqueline ha enseñado por más de 25 años en Walatowa Head Start, el programa Head Start del Pueblo de Jemez, reconocido a nivel nacional como líder en educación indígena para la primera infancia. Fue uno de los primeros programas tribales en impartir enseñanza completamente en su idioma, conocido como jemez, towa o hemish. Y aunque Walatowa es un referente, no es el único. En todo Nuevo México, Tribus, Pueblos y Naciones ofrecen educación temprana en sus idiomas tradicionales, muchas veces a través de sus programas tribales de Head Start. Estos programas no solo benefician el desarrollo infantil, sino que también ayudan a preservar las lenguas a lo largo del tiempo.
Los primeros años de vida son clave para el aprendizaje del lenguaje, ya que la mayor parte del desarrollo cerebral ocurre antes de los cinco años. Aprender su lengua tradicional desde pequeños les permite a los niños comunicarse con sus mayores y, con el tiempo, preservar y transmitir su idioma a las futuras generaciones.
Aprender los idiomas heredados de sus familias es importante para todos los niños, y lo es aún más para las comunidades indígenas, cuyos idiomas pueden no tener una forma escrita y pueden ser hablados solo por una aldea o comunidad. En muchos casos, las lenguas indígenas han sido sistemáticamente debilitadas por políticas de asimilación, y la revitalización lingüística en la primera infancia es una estrategia clave para mantener vivas las ricas lenguas y culturas tribales de Nuevo México por muchas generaciones más.
Para Jacqueline, 25 años en Walatowa Head Start representan un legado de graduados que crecen y fortalecen su comunidad. “A largo plazo, esto marca la diferencia. Puede que este niño, en el futuro, ayude a nuestros ancianos a comprender mejor sin necesidad del inglés”, expresó. “Serán los futuros gobernadores que mantendrán vivo nuestro idioma tradicional, hemish”.