
Updated on June 5, 2025
Conexión, emociones y aprendizaje: ¡Una experta (y mamá) de Nuevo México tiene consejos para criar niños sanos y felices!
Criar niños pequeños es un proceso de prueba y error. Lo que funciona con un hijo puede no funcionar con otro —y, como bien dicen, los bebés no vienen con manual.
Aunque tu hijo no venga con instrucciones, no tienes que hacerlo todo sola. Hablamos con Liz Martínez, mamá y directora ejecutiva de la Asociación de Salud Mental Infantil de Nuevo México.
¿No estás familiarizada con el término “salud mental infantil”? ¡No te preocupes! Estamos aquí para explicarlo, darte consejos y mostrarte que probablemente ya la estás apoyando en pequeñas formas cada día. Liz la resume en tres claves: conexión, emociones y aprendizaje.
Conexión
Las relaciones afectivas son clave para la salud mental, especialmente en los niños pequeños que dependen de los adultos. ¡La buena noticia es que abrazar, cantar y compartir momentos tiernos con tu bebé impulsa su desarrollo! La próxima vez que acurruques a tu bebé y digas cosas como: “¿Quién tiene la naricita más suavecita del mundo?”, recuerda que estás creando vínculos que lo hacen sentir seguro, amado… ¡y que apoyan su desarrollo!
Como en toda relación sana, conectar con tu bebé implica implica no solo hablarle, sino poner mucha atención a sus señales. Sus sonidos y gestos —como balbuceos, llanto o estirarse para alcanzar algo— expresan cómo se siente. Al responder y entablar ese “diálogo”, ayudas a desarrollar habilidades sociales para toda la vida. Estas “conversaciones” pueden comenzar desde el nacimiento, incluso antes de que tu bebé hable. “Tu bebé balbucea, tú balbuceas de regreso. Y así, sucesivamente”, explica Liz.
Emociones
Las emociones son parte esencial de ser humanos, y las sentimos desde muy temprano. Liz recomienda enseñarles a los niños a nombrarlas, manejarlas y entender que incluso las emociones difíciles son normales y válidas. Puedes comenzar con emociones simples como feliz, triste y enojado, y con el tiempo añadir otras más complejas como decepcionado o emocionado.
Una vez que los niños aprenden a nombrar sus emociones, es clave enseñarles cómo manejarlas. Respirar profundo ayuda a calmarse, y Liz sugiere rituales como la “respiración de cinco dedos”, que combina respiración profunda con movimientos de la mano. O si te gustan los objetos, pueden hacer una botella con brillantina y calmarse viendo cómo baja la brillantina lentamente. Lo importante de estas estrategias no es que las emociones desaparezcan, sino aprender a controlar y regular el cuerpo para sentir las emociones con más calma. Y la regulación no es solo para la tristeza o el enojo—los niños también pueden necesitar calmar emociones placenteras como la emoción.
Exploración y aprendizaje
Por último, los niños pequeños aprenden explorando a través del juego. Incluso los bebés se benefician al tocar cosas nuevas e interesantes. No necesitas comprar juguetes: prueba con objetos fríos o tibios, o telas con distintas texturas. Cada vez que tu bebé vive una experiencia nueva, está aprendiendo cómo funciona el mundo y creando conexiones en su cerebro.
A medida que los niños crecen, pueden explorar más, y se sienten más seguros si tienen a un adulto de confianza cerca. “Estás dejando que el bebé sepa que está seguro para explorar porque tú estás aquí. Estoy aquí contigo, y te estoy animando,” dijo Liz. “Eso también refuerza la relación. Te estoy animando mientras aprendes a gatear. Te estoy animando mientras descubres cómo meter esa figura en ese recipiente.” Tener a un adulto de confianza cerca también significa que cuando los niños inevitablemente se caen o se frustran, hay alguien para consolarlos y motivarlos a intentarlo de nuevo.
Buscar apoyo
Muchas familias ya practican la salud mental infantil sin saberlo, explicó Liz. “Cuando presento estos conceptos, siempre les digo que probablemente ya están apoyando la salud mental de sus hijos. Mi papel es ayudarles a organizar lo que hacen en tres componentes clave.”
Si crees que el apoyo de alguien como Liz podría ayudarte, ella recomienda inscribirse en los servicios de visitas domiciliarias. Este servicio es completamente GRATUITO en todo Nuevo México para familias que tienen niños menores de 5 años o que están esperando un bebé. Las personas que hacen las visitas están capacitadas en salud mental infantil y van a tu casa para ofrecerte orientación, sugerencias personalizadas para ti y tu bebé, y un oído atento sin juicios.

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