Lo que prueban
Casi tan pronto como los bebés pueden agarrar con sus manos, comienzan a poner todo en sus boca. Esto tiene un nombre en inglés ("mouthing") y es parte de cómo los bebés exploran su mundo. Los labios y la boca de los bebés tienen muchas terminaciones nerviosas que les ayudan a explorar los objetos que los rodean. Pueden darse cuenta con la boca que el borde de un trapo de cocina es suave y masticable, que las tapas de los libros son duros y tienen un sabor un poco maderoso, y que poner una piedra en la boca hará que las personas que lo cuidan tengan una respuesta muy rápida. Llevarse cosas a la boca (“mouthing”) significa que tendrás que tomar medidas de seguridad, pero es una buena señal de que tu bebé siente curiosidad por el mundo que lo rodea. Llevarse cosas a la boca también te da la oportunidad de hablar con su bebé sobre lo que está aprendiendo. Podrías decir: “¿Eso sabe bien? Ese es tu juguete de jirafa; es café y blando." O, como la vida es vida, podrías decir: "Mmm, eso no se come, es el lápiz labial de mamá."

Lo que huelen
Los bebés tienen un agudo sentido del olfato, ¡y sobre todo te huelen a ti! A los pocos días de nacer, los bebés conocen el olor de su madre y prefieren eso al olor de una persona desconocida. Los olores familiares pueden incluso calmar a los bebés cuando les sucede algo doloroso, como un piquete para sacarles sangre. Hay estudios que han encontrado que los bebés que huelen un olor familiar mientras les sacan sangre estaban más tranquilos que los bebés sin un olor familiar. Ya que los bebés no ven muy bien al principio, usan su agudo sentido del olfato para saber con quién están y dónde están. Entonces, ¡deja que tu bebé te huela!

Lo que tocan
Acurrucarse es una de las formas más naturales en las que interactuamos con nuestros bebés. Cuando un bebé llora, lo levantamos para calmarlo, lo mecemos y lo abrazamos. Los bebés se sienten seguros cuando están bien acurrucados, especialmente los recién nacidos, que están acostumbrados a lo pequeño del útero. El tacto es una forma importante de crear lazos afectivos con tu bebé, y hay estudios que demuestran que el contacto afectivo puede ayudar a los bebés a crecer, desarrollarse incluso a sobrellevar el estrés de sus alrededores. El tacto también ayuda a los bebés a explorar el mundo, y los investigadores han descubierto que incluso los bebés muy pequeños son hábiles para descubrir cómo se ve un objeto con solo tocarlo. Incluso si la vista de tu bebé sigue siendo muy borrosa, están trazando un mapa de cómo se ve el mundo con el poder del tacto. Y si todo lo demás falla, simplemente se lo pueden llevar a la boca.