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5 formas divertidas de ayudar a tu pequeño prosperar durante COVID-19 de una mamá de Nuevo México

Baby being help up aloft by mother
Updated on December 23, 2021

5 formas divertidas de ayudar a tu pequeño prosperar durante COVID-19 de una mamá de Nuevo México

El año pasado ha sido difícil, y ha cambiado muchos de nuestros momentos juntos, especialmente como familia. Mientras nos hemos quedado en casa debido al COVID-19, hemos tenido que encontrar nuevas formas de vivir al tiempo y también ayudar a nuestros hijos a crecer. ¡Afortunadamente, apoyar el crecimiento de nuestros pequeños mientras están en casa puede ser divertido! 

A lo largo de los últimos meses hemos compartido siete formas divertidas (que a través de una gran cantidad de investigaciones sobre el cerebro y las mejores prácticas educativas en la infancia temprana se ha demostrado que funcionan) para que ayudes a tus hijos a crecer. Sin embargo, nos preguntamos: ¿cómo encajan estos consejos en la vida real de una persona (especialmente en una pandemia global)? 

Le preguntamos a una mamá de Nuevo México sobre las cinco maneras que más ha utilizado durante la pandemia de COVID-19. Hailey Heinz es mamá de dos niños y (consideramos que esta parte es genial) también es una investigadora de la primera infancia en la Universidad de Nuevo México que ha estado trabajando desde casa en el último año y que también cría a sus dos hijos pequeños. Échale un vistazo a su lista para obtener algunos consejos, y, lo más importante, ¡date crédito por todos los momentos especiales que ya estás creando para los niños pequeños que hay en tu vida!

1. Canta tus sentimientos

Me encantan las canciones de comedias musicales y las canciones de Disney. Si el héroe de una historia resuelve sus problemas cantando a todo pulmón un potente coro, probablemente es mi tipo de cosa. El año pasado, en especial, hubo muchas ocasiones en las que necesité encontrar mi fuerza en lo que se refiere a la crianza de mis niños. Uno de mis mejores trucos consiste en cantar mis frustraciones. Si estoy sirviendo la cena y mis dos niños están pidiéndome cosas distintas y discutiendo entre ellos, puedo comenzar a sentirme agitada. Para cambiar mi estado de ánimo, cavo en lo profundo de mi Elsa interior y canto algo como “Solo puedo escuchaaaaar a un niño a la veeeeez, y mi cerebro está demasiado ocupado como para servir la cena y rimar tambiéééén”.
A medida que las palabras salen de mi boca como una canción, se vuelven más manejables para mí y también es un ejemplo para mis hijos de que la vida está conformada por todo tipo de emociones –buenas y malas— y que es bueno comunicar nuestros sentimientos y necesidades. Además de ayudarme a manejar mis propias emociones, cantar introduce palabras y ritmos a nuestra conversación y ayuda a que mis hijos hagan conexiones con palabras en su entorno y a convertir lo que pudo haber sido una interacción estresante en una oportunidad divertida para compartir palabras y canciones juntos.

2. Visita una pequeña biblioteca gratuita

La pandemia de COVID-19 ha despertado en nosotros un nuevo gusto por hacer caminatas en nuestra colonia. Ya que hay menos lugares abiertos para que las familias lleven a cabo actividades, uno de nuestros destinos favoritos para caminar ha sido el gabinete de la Pequeña Biblioteca Gratuita en nuestra colonia. El sistema “toma un libro, deja un libro” es una magnífica manera de decirles adiós a los libros que ya hemos leído y encontrar nuevos libros para explorar. Me encanta que nunca sabemos lo que vamos a encontrar. Algunas veces encontramos clásicos (una vez encontramos Lluvia de hamburguesas y por poco salto de la emoción). 

Mother and toddler readingNo obstante, más a menudo encontramos libros que probablemente no habríamos descubierto de otra manera. Nuestro hallazgo más reciente, Pelican’s Catch (La pesca del pelícano), es una historia acerca de un joven pelícano que estaba aprendiendo a pescar. La historia se desarrolla en y alrededor del océano, y compartirla con mis niños de Nuevo México hace que su mundo se extienda un poco y me permite compartir con ellos el aroma de la sal y el sonido de las gaviotas. Esto se ha vuelto especialmente valioso este año, cuando los viajes físicos han estado limitados para la mayoría de nosotros. El hecho de pasar momentos juntos leyendo también crea un espacio para tiempo de calidad, y ayuda a que sus cerebros realicen nuevas conexiones entre mi voz, las palabras que están en la página y las imágenes del libro.

3. Cría a tu propio compañero de conversación

Como una persona extrovertida que de repente practica el distanciamiento social, el hecho de haber hablado con mis hijos el año pasado fue tan bueno para mí como lo fue para ellos. Hay estudios que muestran cómo las conversaciones de ida y vuelta ayudan a los niños a desarrollar habilidades comunicativas y sociales. Incluso si son demasiado pequeños para formar palabras, siempre están aprendiendo ¡y pueden entender mucho!

También tengo mis propios motivos. Puedo hablar con ellos acerca de cosas que me interesan (y que no le interesan a mi pareja) como el universo de Harry Potter o las películas nominadas para los Oscars este año. Mis hijos no siempre me responden, pero, con el tiempo, estas conversaciones comienzan a desarrollar los intereses que compartimos. Mi hijo mayor siguió la carrera para el premio a la mejor película animada y tuvo su primera experiencia de ser decepcionado por la Academia (“¿Trolls 2: World Tour no fue nominada en ninguna categoría?”). Hablar con niños de todas las edades sobre cultura o sobre tus intereses es divertido, como nos mostró este papá:

4. Celebra los apapachos

La COVID-19 nos ha forzado a reducir el contacto físico. Ya que hay menos abrazos, apretones de manos o choques de manos, los apapachos que compartimos con las personas en nuestra casa se han vuelto todavía más preciados. 

Los apapachos y los abrazos ayudan a los niños pequeños a desarrollar lazos de seguridad con sus cuidadores (¡nosotros!), y esos lazos de seguridad ayudan a sentar las bases para la autoconfianza y la empatía más adelante en la vida. Los apapachos pueden resultar especialmente poderosos en momentos de estrés o incertidumbre (como todo el año pasado) y tu cálido abrazo ayuda a tu hijo a sentirse seguro y cuidado.

Afortunadamente para nosotros los adultos, acurrucarnos con los bebés y los niños pequeños es lo mejor. Para muchos de nosotros, sentir con la nariz el calor y la suavidad de la cabecita de un bebé nos conecta con una fuente profunda de amor en nosotros mismos, incluso mientras amamantamos a las 2 a.m., e intercambiar risitas con apapachos con un niño pequeño es la forma perfecta de descansar entre reuniones de Zoom y nos reconecta con la presencia física de la otra persona. Uno de los grandes sufrimientos que ha producido la pandemia de COVID-19 en muchos abuelos y otros miembros de la familia ha sido la separación física de los niños pequeños que hay en su vida. Sin embargo, así como hemos llorado la pérdida de ese contacto, podemos celebrar a medida que se vuelve algo posible nuevamente.

5. Haz una fiesta de baile

Las fiestas de baile se han convertido en algo esencial en nuestra casa durante la pandemia de COVID-19. Ya que tenemos menos opciones para salir de la casa para hacer ejercicio, una fiesta de baile es una forma fácil de hacer que nos movamos, nos conectemos y encontremos un poco de alegría en un día que pasamos juntos en casa. Una fiesta de baile también nos permite disfrutar la música que todos amamos (como la banda sonora de Trolls 2: World Tour, totalmente excluida de la categoría del premio a la Mejor Canción Original) e introducir a nuestros hijos a la música que nos encanta. Nunca es demasiado temprano para comenzar a asegurarme de que mis hijos compartan mi amor por las canciones de comedia musical.
¿Tienes curiosidad de aprender más sobre otras formas divertidas en las que puedes hacer que se desarrolle el cerebro de tu pequeño?
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